4 días en el Pirineo Aragonés
Si quieres conocer los Pirineos y no dispones de mucho tiempo, te ofrezco una pequeña ruta por los lugares imprescindibles que puedes recorrer en tan sólo tres días.
Este paisaje natural se extiende por 415 km desde el mar Mediterráneo hasta la cordillera Cantábrica y para verlo bien se necesitan más de cinco días, pero si como yo, dispones de pocos días, te recomiendo la zona del Pirineo Aragonés.
A cinco horas de Madrid en coche nos topamos con los Pirineos, el lugar perfecto para pasar un fin de semana largo y despejarse tres días del trabajo, las obligaciones y el ajetreo de la ciudad. En este viaje buscaremos naturaleza, pueblecitos con encanto y sobre todo relajación.
Día 1: Desplazamiento
Hoy comienza nuestro viaje desde Atocha Renfe donde hemos alquilado un coche. Sobre las 20:00 salimos para comenzar esos más de 450 kilómetros que separan Madrid de Huesca. Durante nuestro camino nos paramos en el bar Área 103 para cenar y coger fuerzas, y en poco menos de cinco horas llegamos al Hostal Río Ara en la localidad de Fiscal (Huesca) donde tenemos reservado por Booking nuestras tres noches.
- El coche de alquiler lo hemos cogido de gama media sin seguro complementario a través de la empresa Enterprise de viernes a lunes por 161,61€.
- En el bar Área 103 disfrutamos de dos bocadillos, unas croquetas y refrescos por 20.30€.
- El Hostal Río Ara tiene una puntuación en Booking de 8 muy bien merecida. Una habitación para dos personas y tres noches por 150€. Las habitaciones eran pequeñas pero muy confortables, limpias y con colchones muy cómodos. Todos los días limpiaban las habitaciones y cambiaban las toallas. Nosotros cogimos con desayuno incluido que fue todo un acierto porque ese bufé y esas vistas al río, te llenaban de la energía necesaria para comenzar el día. Como comprobarás, salimos muy contentos de este alojamiento que está a mitad de camino de todas nuestras rutas.
Día 2: Jaca, Capilla de San Juan de la Peña y Aínsa
Nos despertamos a las 10:00 de la mañana y tras desayunar en el hostal, nos preparamos para nuestra ruta rural. Hoy veremos:
Hoy comenzamos por Jaca, capital de la comarca de La Jacetania, en la comunidad autónoma de Aragón. Un lugar donde sus huellas arquitectónicas como la Ciudadela se entrecruzan con la naturaleza. Conocida como “la perla del Pirineo” es una ciudad cosmopolita a treinta kilómetros de la frontera francesa que poco a poco ha conseguido una personalidad especial. Su posición estratégica y su ambiente nocturno hace que para muchos sea el mejor lugar para alojarse, nosotros igualmente recomendamos Fiscal por su tranquilidad y su cercanía al Parque Nacional de Monte Perdido.
Jaca fue un espacio defensivo durante siglos, evidencia de ello es la Ciudadela, una singular fortaleza peatonal del siglo XVI que llama la atención por su grandeza, por los ciervos que la resguardan y por su buena conservación. Así, nuestra primera parada nada más aparcar fue la Ciudadela. Nosotros no pudimos entrar a la fortaleza debido a que se celebraba una boda, sin embargo, la recorrimos por fuera y nos empapamos de su historia. El precio de la entrada general es de 6€ y normalmente está abierto de martes a domingo de 11:00-14:00 // 16:00-19:00.
Después de recorrer cada una de sus calles, perdernos y encontrarnos, nos fuimos a La Tasca de Ana, un lugar de tapas situado en C/Ramiro I donde la amabilidad de los camareros y la rica comida hacen que te lleves un gran recuerdo de esta ciudad. No hay que olvidar pedir sus dos especialidades: el Rodolfito y el Crujiente. Nosotros por 17.20€ tomamos dos refrescos, un rodolfito, un crujiente, media ración de ensalada de tomate, una tapa de magret con foie y una tapa de sartén de morcilla. En total cinco tapas con las que nos quedamos muy bien debido al gran tamaño de la mayoría de sus platos.
Tras comer, seguimos nuestro camino hacía el Monasterio de San Juan de la Peña. Una visita imprescindible que desde Jaca no tiene perdida debido a que hay muchísimas indicaciones. Al Monasterio se llega a través de una carretera estrecha por la que merece ir parando de vez en cuando, sobre todo cuando encuentres la indicación de un mirador.
El monasterio situado en el Espacio Natural Protegido de San Juan de la Peña y Monte Oroel abre en esta época (1 junio al 31 de agosto) de 10:00h – 14:00h // 15.00h – 20.00. Hay dos monasterios el Nuevo y el Viejo, el que merece especial atención es este último. Para llegar al Viejo deberás aparcar gratuitamente en el Nuevo, comprar los tickets allí (6€ reducida/ 7€ general) y luego coger un pequeño bus que te acerca.
El monasterio de San Juan de la Peña está literalmente integrado en la roca de ahí su nombre. Actualmente no hay ningún monje que duerma en sus instalaciones pero la réplica del Santo Grial, el claustro y sobre todo la roca que lo guarda merecen la pena, y más aún si cada media hora hay un guía gratuito que te explica la historia de este Monasterio.
Tras una hora de fotos e historia, volvemos al Monasterio Nuevo. Una vez allí, si te pones frente al monasterio y vas hacía la derecha sale un sendero que te lleva al llamado Balcón del Pirineo. En poco menos de quince minutos andando a través de un camino entre acebos, llegas a una panorámica donde podrás contemplar la cordillera de los Pirineos.
Desde el Monasterio nos dirigimos a Aínsa para cenar y visitar este precioso pueblo medieval famoso por su gran plaza y la muralla que la protege. Me encantaría recomendar un sitio para cenar, pero después de buscar por millones de páginas webs y de preguntar, no encontramos ningún bar que fuese calidad precio bueno.
Los de la plaza son un poco caros y nos recomendaron alejarnos para tan mala suerte que escogimos el restaurante Las Trompetillas el cual no recomendamos para nada. Pedimos una ensalada, refrescos y dos hamburguesas las cuales estaban crudas y por más que se la llevaron (dos veces) para hacerlas, volvían igual. Asimismo, el trato era mejorable. La cena nos costó 31.50 € los dos.
Día 3: Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido
¡¡Hoy nos toca naturaleza!! Tras desayunar en el hostal y coger muchas fuerzas nos vamos al Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido al que se accede por Torla Ordesa, un pueblo a los pies de este increíble paraje natural. Con un recorrido de cinco horas contando la ida y la vuelta, hoy tenemos una interesante caminata hasta la Cola de Caballo.
Durante julio, agosto, septiembre, octubre y semana santa hay un autobús que por 4,50€ (ida y vuelta) te lleva hasta la pradera de Ordesa cada 15-20 minutos, lugar al que puedes acceder los demás meses del año en coche propio. Si como nosotros, te ha tocado en los meses de más afluencia, te recomendamos coger el autobús ya que ir andando es bastante tedioso.
Justo en la pradera hay un restaurante donde por 5,50€ puedes comprar un gran bocadillo de tortilla con tomate para el camino. Por si acaso, te dejamos aquí la carta.
El camino apto para todos los públicos discurre al lado del río Arazas. Durante la caminata pasaras por verdes prados, grandes cascadas, panorámicas increíbles y bosques de hayas. A pesar de que la subida es suave, las paradas para hacer fotos, comer o admirar el paisaje simplemente hace que tardes al final más de cinco horas en el recorrido. Así, nosotros estuvimos durante todo el día disfrutando de esta pequeña parte del Parque Nacional.
Tras esta gran caminata y habiendo vuelto al hostal a ducharnos, decidimos cenar en el restaurante de nuestro propio hostal (Hostal Río Ara). Tiene una gran terraza que por la noche iluminan de una forma muy romántica y desde la cual se ve el río Ara y el pueblo de Fiscal. Si por casualidad pasas por Fiscal por la noche, te recomendamos hacer una parada en este restaurante, ya que, aunque la carta no es barata, si tomas una ensalada y un menú, el precio es asequible y te quedas bastante bien. Así, nosotros por dos copas de vino blanco, un menú del día, una ensalada y pan pagamos 23.10€ los dos. Una velada de lo más romántica y tranquila que hizo que finalizáramos el día de la mejor manera.
Día 4: Cañón de Añisclo
Hoy a pesar de que nos queda un gran recorrido de vuelta a Madrid, hemos decidido recorrer el espectacular Cañón de Añisclo por la mañana. El recorrido que se hace en coche y por una estrecha carretera de sentido único en verano permite disfrutar del paisaje en su plenitud.
Comenzando en Fiscal hay que pasar por Aínsa y Escalonada, donde debes coger un desvío a la izquierda que te viene bien señalizado hacía el Cañón de Añisclo. Al principio hay una zona de baño donde puedes refrescarte si tienes tiempo antes de comenzar el recorrido. Nosotros no pudimos por el tiempo, al igual que también se nos quedó en el tintero realizar la caminata de 20 minutos hasta la pequeña iglesia que hay en mitad del recorrido.
Después de terminar la carretera en sentido único te encontrarás varios pueblos con bares donde puedes comer, nosotros seguimos hacía Fiscal para coger la carretera hasta Madrid.
En total realizar el Cañón de Añisclo desde y con vuelta a Fiscal se tarda unas tres horas sin contar la caminata hasta la pequeña iglesia.
En la vuelta a Madrid nos paramos en un bar de carretera nada recomendable se trata del Restaurante Mirasol. Un lugar donde tanto la amabilidad de los camareros como la variedad de comida brilla por su ausencia. Nos gastamos 4 euros en los bocadillos porque nos los dieron quemados y nos bajó el precio.